sábado, 11 de abril de 2020

1. Salvando lo que quedó

En el terminal de Quito, Juan se despide de sus ex compañerxs de misiones esperando cerrar esa etapa conservadora. Con cien dólares en el bolsillo por el trabajo de un año, una vez mas tenia que pedir posada a la tía Flery, como siempre ella le compartió lo poco que tenía. La ropa y libros encargados antes de ir a la costa la mayoría se había destruido, lo encargado donde  amigxs mas respetuosxs y consideradxs se recuperó, lamentablemente lo de mayor valor y significado encargó a familiares pensando que era mas seguro, en el mejor de los casos dejaron que la lluvia  eche a perder en otros solo desapareció el encargo. 
La tía ya no podía tener a Juan y pasó a vivir en casa del tío Luis,  allí por primera vez vio lo que era una familia tradicional y sintió el cariño de un padre, pues el tío fue el padre que nunca tuvo, allí logro terminar algunos objetivos. Debía conseguir trabajo urgente pues tenia un par de meses para reunir dinero y terminar 6to curso y bachillerato a distancia debido a su edad avanzada y falta de tiempo pues no podía dejar de trabajar mientras estudiaba, una vez mas afrontó la explotación laboral en empleos esporádicos sin seguro social, horarios y salarios inhumanos, como mesero, limpieza, en alguna imprenta al puro estilo de la edad media y lo q asome, logró estudiar en el colegio a distancia Compuinformatica, jamás hubo ni ceremonia ni fiesta de graduación, Juan recibió su titulo un viernes a las 10 am doblándolo en cuatro partes lo guardo en el bolsillo trasero y salió corriendo pues a las  11 am debía estar en la imprenta donde trabajaba en aquel tiempo, aquel detestable cartón arrugado guarda aquel desagradable recuerdo, pero con eso  podrá conseguir algo mas estable y mejor remunerado.


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